Escrito por
– Autor: Colectivo Ioé –
El Barómetro social de España es una herramienta interactiva compuesta por 189 indicadores que sirven de base para elaborar 50 índices sintéticos de las principales dimensiones sociales, entre ellas el derecho a la seguridad y a la administración de justicia. Cualquier persona puede hacer uso del Barómetro entrando en la web www.barometrosocial.es. Su elaboración corre a cargo del Colectivo Ioé y su actualización anual depende del apoyo que reciba de financiadores anónimos vía internet. Aquí se recogen algunos resultados sobre la evolución de la seguridad y la justicia en España entre 1994 y 2009.
Baja la delincuencia pero se saturan los juzgados y las prisiones
En 2009 se abrieron en España 9,6 millones de procesos judiciales (205 por mil habitantes), se denunciaron 1,8 millones de delitos (38 por mil habitantes) y había al terminar el año 76.000 personas en prisión (6 por mil habitantes).
Los procesos judiciales se han incrementado continuamente en los últimos 16 años, hasta duplicarse en números absolutos. Sin embargo, el retraso en la resolución de los casos, que se redujo en los últimos años del siglo pasado, ha vuelto a incrementarse después.
La tasa de delincuencia es una de las más bajas de la Unión Europea, aumentó un 21% hasta 2002 y se redujo otro 21% hasta 2009, es decir, ha habido una clara mejora en los últimos años.
La tasa de personas en prisión se sitúa a la cabeza de la Unión Europea y su evolución ha sido contraria a la de delincuencia: se mantuvo con ligeras oscilaciones hasta 2002 y creció un 35% hasta 2009. El hacinamiento dentro de las prisiones es cada vez mayor.
El drástico incremento de presos en la primera década del siglo XXI no se relaciona con el aumento de los delitos (ver gráfico adjunto) sino con el endurecimiento de la política penitenciaria a raíz de las reformas introducidas en el Código Penal desde 2003 sobre cumplimiento íntegro y efectivo de las penas.
Al interior de las prisiones la tasa de presos preventivos (pendientes de juicio) ha oscilado entre el 20 y el 25%, siendo 2009 el año con un descenso mayor de preventivos, quizás ante la saturación de las cárceles que en ese año alcanzó la cifra máxima de internos (entre preventivos y penados).
Crece la desconfianza en las instituciones judiciales y políticas
Más de la mitad de la población española desconfía del poder judicial, siendo 2008 el año con opiniones más negativas: el 21,2% mostraba “ninguna confianza” en los jueces y el 36,8% “poca confianza”.
La proporción de personas que desconfía de la policía ha oscilado entre la mitad de la población (1995, a raíz de los casos de Roldán y la corrupción policial en los primeros años noventa) y un tercio (2007, al final del ciclo de auge económico), para volver a crecer en 2008 y 2009 (hasta el 40%) a raíz de la reciente crisis económica.
Los índices de confianza en las instituciones políticas han empeorado bruscamente en los últimos años. En 2009 el 58% no se fía del Parlamento y el 77% muestra poca o ninguna confianza en los partidos políticos.
Se han reducido las tasas de afiliación sindical y partidaria pero han aumentado de forma significativa las asociaciones de orientación cívico-política reivindicativa, lo que puede interpretarse como un síntoma de la creciente presión por profundizar en la de democracia.