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I-2 No se puede hablar de la «communio» que afecta al Papa y a los obispos, de modo que también los «obispos han sido instituidos por el Espíritu Santo», que «son de derecho divino, no de derecho pontificio», y que «no pueden ser suprimidos por el Papa porque, al igual que él, constituyen una pieza de la estructura de la Iglesia fijada por Diod» (p. 46); para luego emprenderla con la «communio» que representan los cristianos en su gran mayoría, afirmando que éstos «son de nuevo minoría, más que en ninguna otra época desde finales de la antigüedad», y confirmando que, «los últimos veinte años han sido decisivamente desfavorables para la Iglesia católica» (los últimos veinte aos alude a la fechaen que Ratzinger decía esto sobre la situación de la iglesia). Para esta gran mayoría de creyentes, la «involución» y «restauración» que se les ha venido encima, y Ratzinger ha contribuido a hacerlas aparecer, es una plaga que han tenido que soportar contra el espíritu del vaticano II (Informa sobre la fe, pgs. 35, 43-44)