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IX-14 El fenómeno Iglesia se torna cada vez más minúsculo en nuestra óptica dentro de la totalidad del cosmos. Si se entiende a la Iglesia partiendo de lo que hemos dicho, no hay por qué maravillarse de esta su insignificancia en el mundo, que está por lo demás predicha de varias formas en la Escritura (cf. por ejemplo Ap 13,3.8.13ss). Para poder ser la salvación de todo, no debe la Iglesia identificarse aun externamente con todos… La Iglesia no lo es todo, pero existe para todos…Como signo del amor divino, de la mutua referencia por la que se salva la historia y vuelve a Dios, la Iglesia no puede ser círculo esotérico, sino que es esencialmente un espacio abierto… La Iglesia es una realidad dinámica: sólo permanece fiel a su sentido, sólo cumple su misión si no se reserva para sí sola el mensaje de que se le hizo merced, sino que lo transmite a la humanidad entera (pgs. 397-99).