Escrito por
Foro de Curas de Madrid
– Autor: Varios Autores –
En el “Foro de Curas de Madrid” hemos conocido el conflicto entre el obispo de Guipúzcoa, José Ignacio Munilla, y el teólogo franciscano José Arregui. Las noticias sobre el mismo nos llegan, sobre todo, por Internet y por personas de esa diócesis. Lo que conocemos de lo sucedido nos permite hacer la siguiente declaración:
1. No estamos de acuerdo, una vez más, con la pretensión de silenciar las voces de los cristianos y cristianas que manifiestan en conciencia sus experiencias sobre Jesús de Nazareth o sus aproximaciones intelectuales a los interrogantes que plantea la fe cristiana. Sobre todo, cuando en este tiempo la libertad de expresión se valora como un derecho fundamental.
2. Nos parece escandaloso el intento de imponer silencio y de hacerlo sólo con los pensadores que pueden incurrir en alguna exageración por sus esfuerzos de avance en la investigación, no conociéndose ningún caso en el que manifiesten esfuerzo por silenciar a los que desvirtúan la fe cristiana por un conservadurismo estéril y esterilizante.
Si no hubieran hablado las personas a las que la “autoridad eclesiástica” ha querido siempre silenciar, hace tiempo estaríamos en la superstición del pueblo de Dios y la religión como instrumento de manipulación y opresión de las conciencias. Menos mal que “el Espíritu sopla donde quiere”.
3. Nos parece impresentable la pretensión del obispo de hacer callar al cristiano-teólogo Arregui, utilizando para ello a sus superiores de la comunidad franciscana. Esto, además de falta de autoridad moral del propio obispo, es un chantaje de muy mal gusto. Los conflictos se resuelven desde el diálogo franco y noble, no desde el “politiqueo eclesiástico” que no cuenta nunca con el sujeto, convertido en pura víctima.
4. La misma opinión nos merece la alternativa al silencio, que es la de que “sea enviado a América a trabajar con los pobres” Calificado Arregui como “agua sucia que lo contamina todo”, no tiene el obispo inconveniente en que contamine a los pobres de América, lo mismo que se les envían los medicamentos caducados. Esto, además de revelar una mentalidad xenófoba y clasista, es una flagrante falta de educación y de caridad.
5. Hacemos nuestra la reflexión de Borja Aguirre sobre este caso: “Lo que aquí está en juego no es solamente la dignidad de una persona…El fondo de la cuestión es simple y llanamente la espiritualidad cristiana. Una espiritualidad que la Iglesia Católica parece haber abandonado para dejarse llevar por la inercia, evitando los grandes retos que las religiones deben afrontar en estos tiempos, y refugiándose en esa falsa seguridad que la autoridad y el dogma parecen proporcionar…Y son más necesarios y útiles que nunca aquellos profetas valientes que se adentran en océanos inexplorados y vuelven para mostrarnos el fruto de su experiencia”. (Borja Aguirre. José Arregui, agua limpia, 18 de Junio de 2010).
6. También compartimos las palabras del mismo Arregui que, en entrevista hecha por el periodista José Manuel Vidal el 22 de Junio acaba diciendo…“Si acaso, soy uno más en la infinita muchedumbre que en Guipúzcoa y en el mundo entero, con responsabilidades o sin responsabilidades eclesiales, sufren la cerrazón, la intransigencia y, en última instancia, el miedo patológico de la actual jerarquía eclesiástica…Todos somos víctimas de unas estructuras eclesiásticas clericales, autoritarias, antidemocráticas y de una teología medieval que chirría y es insostenible en el siglo XXI”.
7. Nos parece normal que no acepte ser desterrado. Nadie quiere el destierro. Nos recuerda a los profetas de Israel sobre los que se intentaron los mismos castigos, en situaciones similares y con parecidos procedimientos por parte de los instalados.
Desde la confianza y autoridad moral que nos da la fraternidad cristiana, pedimos al hermano Munilla que se desdiga públicamente de este mal ejemplo que ha dado al Pueblo creyente (y al civil).
Con afecto de hermanos y un abrazo para José Arregui.
Madrid 30 de junio de 2010